San Juan Nepomuceno (Día de fiesta: 16 de mayo) 

1345 – 1393   

San Juan nació en el pueblo de Pomuc (más tarde Nopomuc) en Bohemia cerca del año 1340. Después de haber sido curado de una enfermedad cuando era niño gracias a las oraciones de sus padres, Juan estudió para el sacerdocio en Praga y Padua. Después de su ordenación lo enviaron a la parroquia de Praga en donde se ganó la reputación de gran predicador. El rey Wenceslao IV escuchó de él y lo invitó a ser el confesor de la corte real alrededor del año 1379. En 1393, el rey le preguntó a Juan lo que su esposa había confesado, pero él no pudo revelárselo a pesar de los intentos de soborno y tortura por parte del rey. Finalmente, el rey lo mandó quemar, atado a una rueda para después arrojarlo al río desde un puente. Encontraron su cuerpo al día siguiente e inmediatamente se le veneró como santo. El papa Benedicto XIII lo canonizó en 1729. 

• Piensa en el poder al invocar el nombre de Jesús. ¿En qué otra parte de los Evangelios Jesús nos anima a invocar su nombre? (Pista: Juan 14:14)
• ¿De qué manera mis acciones llevan a los demás hacia la santidad o hacia el pecado?
• En el Evangelio de hoy, Jesús usa imágenes vívidas para describir las serias consecuencias del pecado. Aunque Jesús no está hablando de forma literal al decir que hay que cortarse una parte del cuerpo, está tratando de dejar claro que el pecado puede tener consecuencias eternas. ¿Crees que en la actualidad las personas toman las consecuencias del pecado con seriedad?
• San Juan Nepomuceno fue un confesor de la corte real y tomó el secreto de confesión con seriedad. Comparte alguna ocasión en la que hayas tenido un momento profundo de gracia en el sacramento de la reconciliación.

Visita una fábrica de sidra 

El otoño es una estación hermosa en Michigan. Disfruta de la belleza de esta estación al visitar una fábrica de sidra. Cuando estés ahí, considera detenerte en la panadería, ir a un paseo en tractor, visitar el zoológico interactivo y cortar las deliciosas manzanas de Michigan. 

Manzanas al horno  

El pecado entró al mundo cuando Adán y Eva comieron la fruta prohibida. No hay nada prohibido para disfrutar esta receta que lleva manzanas recién cortadas. 

4 manzanas grandes
1/4 taza de azúcar morena
1 cdta. de canela
1/4 taza de nueces picadas (opcional)
1/4 taza de pasas picadas
mantequilla
3/4 taza de agua hirviendo
 

Precalienta el horno a 375 F. Corta el centro de las manzanas para rellenarlas de la siguiente manera: enjuaga y seca las manzanas; con un cuchillo filoso remueve el corazón cortando primero el área del tallo y después con una cuchara pequeña de metal sacando las semillas. Corta el hueco de una pulgada de profundidad o lo suficientemente ancho para rellenarlas. Deja la parte de abajo de la manzana intacta. Pon el azúcar morena, la canela, las pasas picadas y las nueces en un pequeño recipiente y mezcla bien. Pon las manzanas en una charola para hornear y rellena cada manzana con la mezcla de azúcar. Pon un poquito de mantequilla sobre el azúcar. Vacía el agua hirviendo en la charola para hornear. Hornea a 375 F (190 C) de 30 a 45 minutos hasta que las manzanas estén cocidas y tiernas, más no cocidas de más o hechas puré. Cuando estén listas, saca las manzanas del horno y báñalas con el jugo de la charola para hornear. Sirve con nieve de vainilla.   

Yo confieso o Confíteor 

Esta oración, que a menudo se reza al principio de la misa, nos ayuda a tomar responsabilidad directa por nuestros pecados y a nombrar al pecado en las áreas de pensamientos, palabras, acciones y omisiones. También incluye un gesto corporal para mostrar arrepentimiento y recurre a la Iglesia en los cielos y en la tierra. Recen esta oración en familia y reflexionen con profundidad en las palabras para examinar la consciencia de cada uno.
  

Yo confieso ante Dios to­do­poderoso y ante ustedes, hermanos,

que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.

Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,

a los Ángeles, a los Santos y a ustedes, hermanos,

para que intercedan por mí ante Dios nuestro Señor.

Amén. 

El arzobispo de Detroit les dice a los sacerdotes en dónde servir. El arzobispo escogió a un sacerdote para que sirviera en su parroquia. Pregúntale cómo escuchó el llamado de Jesús al sacerdocio. 

Esta semana haz un esfuerzo extra en alejarte de esas cosas que provocan que caigas en el pecado y enfócate en vivir una vida de santidad. 

¡Hoy es el Día de los Sacerdotes! Muestra tu agradecimiento al sacerdote de tu parroquia y haz una oración por él!