EXPLORA EL EVANGELIO
Purificación del templo
Cuando se
acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el
templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas con sus
mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y
sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo
las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y
no conviertan en un mercado la casa de mi Padre".
En ese
momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu
casa me devora.
Después
intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que
tienes autoridad para actuar así?" Jesús les respondió: "Destruyan
este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos:
"Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo
vas a levantar en tres días?"
Pero él
hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los
muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en
la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.
Mientras estuvo en Jerusalén para las fiestas de Pascua, muchos creyeron en él, al ver los prodigios que hacía. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que nadie le descubriera lo que es el hombre, porque él sabía lo que hay en el hombre.
Haga clic aquí para ver las lecturas del escrutinio.
Preguntas de discusión de escrutinio:
- ¿Cómo fue la experiencia de la samaritana al encontrarse con Jesús?
- ¿A qué se refiere Jesús cuando habla del “agua viva”?
- ¿De qué manera Jesús transformó la vida de la samaritana?
CONOCE A NUESTRA FAMILIA EXTENDIDA
Santa Perpetua y santa Felícitas (Día de fiesta: 7 de marzo)
Ob. 203
Santa Perpetua y santa Felícitas fueron mártires cristianas que vivieron durante las primeras persecuciones de la Iglesia en África por parte del emperador Severo. Perpetua era una mujer noble de buena educación que tomó la decisión de seguir el camino de su madre y se hizo cristiana, aunque ella sabía que esto podría causarle la muerte durante las persecuciones que ordenó el emperador Severo. Su padre, que era pagano, estaba desesperado y trató de disuadirla de su decisión. A los 22 años, la bien educada y llena de vida mujer tenía todos los motivos para querer vivir, incluyendo a su bebé varón a quien todavía amamantaba.
Arrestaron a Perpetua con cuatro catecúmenos más, entre ellos, Felícitas, que tenía ocho meses de embarazo, y su instructor de fe, Sáturo. Perpetua fue bautizada antes de ser encarcelada. Era conocida por el don de “la expresión de Dios” y por recibir mensajes de Dios. Cuando la bautizaron, Dios le dijo que orara solamente por entereza ante las pruebas.
Durante su tiempo en prisión, Perpetua pudo ver a su bebé. Su padre le rogó que cambiara de opinión. Cuando se la llevaron a ella y a los demás a ser interrogados y sentenciados, el juez, por compasión, trató de convencerla de que cambiara de parecer, pero ella no cedió. Por su renuencia los enviaron a todos a los juegos públicos en el anfiteatro. Felícitas dio a luz a una niña unos días antes de que comenzaran los juegos. Ahí decapitaron a Perpetua y a Felícitas y los demás fueron asesinados por las bestias.
TOMA TIEMPO PARA COMPARTIR
- Jesús estaba enojado con los mercaderes del templo porque estaban engañando a la gente. ¿Te han engañado alguna vez? ¿Cómo te sentiste?
- Jesús también estaba enojado porque los mercaderes le estaban quitando la oportunidad a la gente de alabar y orar. ¿Alguna vez te has distraído durante tus oraciones? ¿Qué hiciste para apartar las distracciones?
- Todo lo que dice Jesús es importante, pero a veces, las personas en la historia no entienden lo que quiso decir. Por ejemplo, en el Evangelio de hoy, las personas no entendieron lo que Jesús quiso decir al expresar: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". ¿Qué haces tú cuando no entiendes algo de lo que dijo Jesús?
- Perpetua y Felícitas fueron unas mujeres valientes que sabían que Dios se encargaría de ellas y de sus familias, aunque ellas hayan sido castigadas por ser cristianas. Comparte alguna experiencia en la que tú hayas sido valiente con la ayuda de Dios.
DIVERSIÓN FAMILIAR
Hecho por Dios vs. hecho por el hombre
Escuchamos en el Evangelio de Dios de hoy lo que la gente ha hecho (el templo) y lo que tiene su origen en Dios (Jesús). Este juego es una forma fácil y divertida de enseñar a los niños pequeños que Dios es el creador y dador de todos los buenos regalos. Señala un objeto y pregunta: “¿Lo hizo Dios o el hombre? Los niños pueden responder. Este juego es muy divertido y puede dar lugar a muchos momentos de aprendizaje. Por ejemplo, ¿un carro es hecho por el hombre o hecho por Dios? Un carro está hecho por el hombre, pero Dios les dio a las personas la inteligencia y la creatividad para diseñarlo, y la fuerza y la diligencia para ensamblarlo. ¿No es Dios, un Dios bueno?
RECETA DE LA SEMANA
Ensalada de 24 horas
El Evangelio de hoy nos enseña que les tomó cuarenta y seis años construir el templo de Jerusalén! Construye esta deliciosa ensalada en solo un día! Esta receta está pensada para una fiesta, así que siéntete libre de reducirla a la mitad para servir a menos personas.
3
cabezas de lechuga rallada
1
bolsa de chícharos congelados previamente descongelados
6
huevos duros picados
6
rebanadas de tocino cocido en trocitos
8
onzas (170 gr. aprox.) de queso amarillo rallado (se puede sustituir por queso
suizo o combinar los dos quesos)
2
sobres de aderezo ranch Hidden Valley
2
tazas de mayonesa
2
tazas de crema agria
Opcional:
paprika
En
un tazón grande pon capas de lechuga, chícharos, tocino y queso. En otro, haz
el aderezo mezclando la mayonesa, la crema agria y los sobres de aderezo. Vacía
el aderezo sobre la última capa de la ensalada. Espolvorea con paprika si lo
deseas. Cubre el recipiente y refrigera la ensalada por 24 horas. Antes de
servirla, mezcla bien la ensalada con el aderezo. Disfrútala!
ORACIÓN FAMILIAR
Enojo por causa justa
En el Evangelio de hoy, Jesús se enojó para expresar el desagrado que sintió por los abusos que estaban sucediendo en el templo. Como seguidores de Cristo, es apropiado para nosotros también enojarnos por el pecado. Actos perversos como el abuso, el racismo, la pornografía, etc., deben indignarnos. Esta oración nos ayudará a transformar el enojo por causa justa en paz.
Dios de la Indignación por Causa Justa y de la Sanación Santa,
oramos por el mundo
y por la gente que ha sido lastimada por miembros de la Iglesia.
Pedimos responsabilidad, cambio y sanación.
Dios de la Paz,
oramos por el mundo
en donde la Guerra se ha convertido en una forma de vida.
Oramos por reconciliación y por tu paz que sobrepasa todo entendimiento.
Dios de la Creación,
oramos por el mundo
por el océano y la montaña, por la colina y el valle, el bosque y la pradera
y por todas las criaturas con las que compartimos
esta hermosa creación.
Oramos por sabiduría para que seamos fieles y humildes
administradores de este magnífico planeta.
Dios de Amor,
oramos por nuestros corazones
y por todo lo que apreciamos,
familia y amigos,
trabajo, descanso y juego.
Oramos por alegría y compasión para que vivamos y compartamos
tu amor.
Amén.
Adaptado y traducido de: https://worshipwords.co.uk/god-of-righteous-anger-a-prayer-thandiwe-dale-ferguson-usa
ENLACE DE LITURGIA
En el tiempo de Jesús, el templo era el lugar judío más importante porque Dios se hacía presente ahí de una forma especial. Hoy, Jesús se hace presente de una forma especial en la Eucaristía, misma que se guarda en el tabernáculo. Encuentra el tabernáculo en tu iglesia.
RETO FAMILIAR
El Evangelio de hoy te invita a reflexionar en la calidad de nuestra devoción y oración en casa. Crea y decora un lugar de oración especial en tu hogar que esté dedicado a la oración y alabanza de Dios. Invita a los miembros de la familia a usar este espacio durante la semana y después también.
DATOS DIVERTIDOS
El
templo de Jerusalén estaba dividido en varias áreas. El área más alejada,
abierta a los peregrinos no judíos, se usaba para la venta de animales para
sacrificio y para intercambiar la moneda extranjera que necesitaban para pagar
el impuesto del templo.