EXPLORA EL EVANGELIO
Parábola del fariseo y el publicano
En aquel tiempo, Jesús dijo esta parábola sobre algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás:
"Dos hombres subieron al templo para orar: uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: 'Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos y adúlteros; tampoco soy como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todas mis ganancias'.
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: 'Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador'.
Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no; porque todo el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido''.
CONOCE A NUESTRA FAMILIA EXTENDIDA
San Ricardo Pampuri, O.H. (Día de fiesta: 1ro. de mayo)
12 de agosto de 1897-1ro. de mayo de 1930
Herminio Felipe Pampuri fue el décimo de once hermanos y nació en Trivolcio, Italia. De niño, Herminio quería ser sacerdote, sin embargo, su tío, que era doctor, lo animó a estudiar medicina. Cuando estudiaba para convertirse en doctor, Herminio entró al club de acción católica de su universidad, la Sociedad de San Vicente de Paúl, y se registró como terciario franciscano.
Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, los estudios de Herminio se interrumpieron y fue enviado a trabajar a hospitales móviles; más tarde se le entrenó como oficial del cuerpo médico. Cuando se graduó de la escuela de medicina trabajó de doctor, pero continuó jugando un papel activo en su comunidad, asistiendo a la parroquia local con la Comisión Misionera. Como doctor, ofrecía atención médica sin costo al pobre y se le conocía por su disposición para ayudar a cualquier persona en necesidad, de día o de noche.
En 1927, Herminio ingresó a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, una orden religiosa dedicada de atender al enfermo. Se le dio el nombre religioso de Ricardo. Después de tomar sus votos en 1928, el hermano Ricardo trabajó en el Hospital de los Hermanos de San Juan de Dios en donde se le conocía por servir a los demás con amabilidad y compasión. Tres años más tarde, el hermano Richard se enfermó de pleuresía, enfermedad que contrajo durante la Primera Guerra Mundial. Su salud se deterioró rápidamente y murió a la edad de 33 años.
TOMA TIEMPO PARA COMPARTIR
En la historia del evangelio de hoy, una persona es orgullosa y la otra humilde. ¿A cuál de estas personas considera Jesús como un buen ejemplo de oración? Explica tu respuesta.
¿Por qué el fariseo (y no el publicano) es menos probable que sea un buen ejemplo de oración?
Piensa en una persona que conozcas que sea humilde. Descríbesela a tu familia y comparte por qué te agrada esa persona.
San Ricardo Pampuri, O.H. siempre mantuvo a Jesús al centro de su vida, como estudiante y como doctor. ¿Es Jesús el centro de tu vida?
DIVERSIÓN FAMILIAR
Adivinanzas o charadas de vocaciones
San Ricardo Pampuri realizó una variedad de roles a lo largo de su vida. Este juego de adivinanzas (charadas) no solo revelará los sueños de profesión o vocación de los miembros de la familia, ¡sino también es una oportunidad para divertirse!
Cada persona debe pensar en el trabajo de sus sueños o llamado vocacional. En pedazos de papel separados escriban los tres trabajos o vocaciones que crean que los haría más felices. Los papás pueden soñar en una carrera diferente. Los papás también pueden ayudar a los hijos más pequeños a pensar en el trabajo de sus sueños con base en sus intereses y talentos. Pongan los papeles en un tazón y que comience la charada. Una persona saca un papel y actúa el trabajo o la vocación. Todos los demás adivinan la respuesta. El que adivine correctamente es el que actúa en la siguiente ronda. Antes del siguiente turno, discutan quién creen que escribió esa carrera e inviten a esa persona a compartir por qué la escogió. Busquen oportunidades para explorar varias vocaciones (sacerdocio, vida religiosa, matrimonio y soltería).
RECETA DE LA SEMANA
Semillas de calabaza tostadas
Las semillas de calabaza poseen muchos beneficios para la salud. Disfruta esta botana en honor a San Ricardo Pampuri.
1 calabaza
aceite de oliva extra virgen
especias (sal, ajo en polvo, paprika, pimienta, o canela con azúcar, etc.)
Saca las semillas de la calabaza. Remueve la pulpa y las hebras fibrosas. Enjuaga las semillas en agua y escurre. Seca las semillas con una toalla de papel. Pon las semillas en un tazón con aceite de oliva, sal, ajo en polvo, paprika y pimienta. Extiéndelas en una sola capa en una charola para hornear. Hornea a 350 F de 12 a 15 minutos y revuélvelas cada 5 minutos. Cuando las semillas tengan un aroma a nueces y estén de color café dorado significa que ¡están listas!
ORACIÓN FAMILIAR
Letanía de la misericordia
Recen esta letanía en familia en imitación al publicano del evangelio de hoy. La Divina Misericordia es una forma de compasión de Dios. Aprende más sobre la Divina Misericordia en la oración familiar del 24 de abril.
Escojan a un líder de oración para que lea las siguientes frases. Después de cada frase todos responden: “en ti confío”.
Misericordia Divina, que brota del seno del Padre.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios
Misericordia Divina, misterio incomprensible
Misericordia Divina, de donde brotan toda vida y felicidad.
Misericordia Divina, fuente de milagros y maravillas.
Misericordia Divina, que abarca todo el universo.
Misericordia Divina, que baja al mundo en la Persona del Verbo Encarnado.
Misericordia Divina, que manó de la herida abierta del Corazón de Jesús.
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús para nosotros y especialmente para los pecadores.
Misericordia Divina, en la institución de la Santa Iglesia.
Misericordia Divina, en el sacramento del Santo Bautismo.
Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo.
Misericordia Divina, que nos acompaña durante toda la vida.
Misericordia Divina, que nos abraza especialmente a la hora de la muerte.
Misericordia Divina, que nos otorga la vida inmortal.
Misericordia Divina, que nos acompaña en cada momento de nuestra vida.
Misericordia Divina, que nos protege del fuego infernal.
Misericordia Divina, que nos rescata de toda miseria.
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y deleite.
Misericordia Divina, dulce Consuelo para los corazones angustiados.
Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas.
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz ante el temor.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas.
Misericordia Divina, que infunde esperanza, perdida ya toda esperanza.
Oremos:
Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia mismos. Amén.
Adaptado de https://verdadcatolica.net/es/archive_NRC.asp?d=20140401L&a=2
ENLACE DE LITURGIA
Cuando el publicano oró, reconoció su pecado y pidió la misericordia de Dios. ¿En qué momento durante la misa hacemos lo mismo?
RETO FAMILIAR
Esta semana celebramos el Día de Todos los Santos. Escoge a tu santo favorito y pídele que ore por ti esta semana.
DATOS DIVERTIDOS
En el tiempo de Jesús, el gobierno romano recaudaba impuestos de la gente que vivía en sus territorios. Los publicanos o recaudadores de impuestos tenían fama de cobrar de más para quedarse con ese dinero extra. Es por esta razón que los judíos no los querían.